domingo, 4 de diciembre de 2016

FRASES CRISTIANAS DESTACADAS.- (1ra. ENTREGA DE 40 PUBLICACIONES))

En esta oportunidad, queremos aportarles la primera entrega de 40 frases Cristianas que consideramos relevantes...

Las imágenes están realizadas por hermanos de nuestro Ministerio y hacen referencia cada una de ellas al autor o autora de las mismas...

Se pueden descargar y hacer uso de ellas libremente, ninguna está "marcada" como perteneciente a ninguna organización en particular; ya que estas frases forman parte del patrimonio espiritual e intelectual de la Iglesia de Cristo que milita a través de todo el mundo, por ende nos pertenecen a todos como cuerpo...

Que este trabajo les sea de bendición para sus vidas...

Pastores Abel y Marisol.-









































domingo, 30 de octubre de 2016

HALLOWEN: RELATIVISMO RELIGIOSO DE LA MANO DE LA IGLESIA CATÓLICA…




Halloween significa "All hallow's eve", (en inglés: "víspera de todos los santos", y se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la fiesta católica de Todos los Santos.



Esta antigua costumbre celebra una noche llena de terror, de brujas fantasmas.
Halloween marca un triste retorno al antiguo paganismo, tendencia que se ha propagado también entre los pueblos y la comunidad cristiana hispanoamericana.


Orígenes:

La celebración de Halloween se inicia en el pueblo Celta (antiguos pobladores de Europa Oriental, Occidental y parte de Asia Menor):



Entre ellos habitaban los druidas (sacerdotes paganos adoradores de los árboles, especialmente del roble):



Ellos creían que el alma se introducía en otro individuo al abandonar el cuerpo; pero el 31 de octubre volvía a su antiguo hogar a pedir comida a sus moradores, quienes estaban obligados a hacer provisión para ella:



El año céltico concluía en esta fecha que coincide con su otoño, cuya característica principal es la caída de las hojas. Para ellos significaba el fin de la muerte o iniciación de una nueva vida:


Esta enseñanza se propagó a través de los años juntamente con la adoración a su dios el "señor de la muerte", o "Samagin", a quien en este mismo día invocaban para consultarle sobre el futuro, salud, prosperidad, muerte, entre otros:



Cuando los pueblos celtas fueron alcanzados por las grandes misiones cristianas, muchos de ellos no renunciaron a sus costumbres paganas. (Es decir, su conversión no fue completa):


Por su parte, la iglesia católica hizo coincidir cronológicamente esta fiesta pagana con una “nueva fiesta católica” (tan pagana como la otra: la) de “todos los santos” y la de los “santos difuntos” (que es al día siguiente), y fueron “convenientemente mezcladas”:


Así, los pobladores que antes se llenaban de miedo ante las  antiguas supersticiones celtas sobre la muerte y los difuntos, fueron retroalimentados con más miedos aún, con estas nuevas supersticiones católicas respecto de los muertos:


Algunos inmigrantes irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos donde llegó a ser parte del folklor popular:


Se le añadieron diversos elementos paganos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie:



Desde ahí, se ha ido propagando por el resto del mundo.

El 31 de octubre por la noche, en los países de cultura anglosajona o de herencia celta, se celebra la víspera de la fiesta de Todos los Santos, con toda una escenografía que recuerda a la muerte y (con la llegada del catolicismo) a las ánimas del Purgatorio, convirtiéndose todo esto, en una ensalada mental de brujas, fantasmas, calabazas, golosinas, disfraces, etc.


Incluso la calabaza fue añadida posteriormente, teniendo como origen los países escandinavos y luego regresó a Europa y al resto de América gracias a la colonización cultural de sus medios de comunicación y las películas de Hollywood:





Actualmente, hace furor entre los quinceañeros latinoamericanos que olvidan sus propias y ricas tradiciones para adoptar la hueca calabaza iluminada:



En Halloween (de All hallow's eve), (“Víspera de Todos los Santos”), esta leyenda dice que es fácil ver brujas y fantasmas. Los niños se disfrazan y van - con una vela introducida en una calabaza vaciada en la que se hacen incisiones para formar una calavera de casa en casa:



Cuando se abre la puerta gritan: "trick or treat" (broma o regalo) para indicar que gastarán una broma a quien no les dé una especie de propina o “aguinaldo” en golosinas o dinero:


Una antigua leyenda irlandesa narra que la calabaza iluminada es la cara de Jack O'Lantern que, en la noche de Todos los Santos, invitó al diablo a beber en su casa, fingiéndose “un buen cristiano”. (Como era un hombre disoluto, acabó en el infierno):



La iglesia católica, por su parte, generó en Europa una tradición de ir de puerta en puerta tocando, cantando y pidiendo dinero para las "ánimas del Purgatorio":



La tradición católica es tan fuerte, que incluso hoy en día (aunque menos que antes), se siguen visitando los cementerios, se arreglan las tumbas con flores, se recuerda a los familiares difuntos y “rezan” por ellos; sus feligreses hablan de la familia, de todos los vivos y de los que “han pasado a la otra vida”, consumen dulces especiales y realizan eventos particulares:




En todos estos ritos,  pervive un deseo inconsciente, y pagano, de exorcizar el miedo a la muerte o sustraerse a su angustia:



El mito celta del retorno de los muertos, se ha convertido hoy en “fantasmas”, “dráculas”, “zombies” o “sicópatas”  en los filmes de terror; si le agregamos el “día de todos los santos” (1 de Noviembre) y el de “los santos difuntos (2 de Noviembre); entonces tenemos estructurada la tríada maléfica urdida por la tradición católica romana, a través de Odilón (monje benedictino, abad de Cluny; Francia; en el año 998):


Esta cultura y negocio del terror, aprovecha las oportunidades del mercado, sin importar los medios: Máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos necesarios son un “caramelo económico” bastante grande para que algunos empresarios inviertan en este "consumo del terror". Se busca además introducir en nuestros países las costumbres de Estados Unidos,   para así inclinarnos ante el mercado, y a la vez, sentirnos un “país importante”:




Por otro lado, Hollywood ha contribuido a la difusión del Halloween con películas de violencia gráfica cuyos asesinatos crean en el espectador un estado de angustia y ansiedad. Estas películas son vistas por adultos y niños, creando en estos últimos, miedo y una idea errónea de la realidad:  



Ante todos estos elementos, debemos reflexionar:

¿Es que, con tal que se diviertan, podemos aceptar que los niños al visitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un daño (estropear muros, romper huevos en las puertas, etc.)?

Responde nuestro Señor Jesucristo en Lucas 6:31 = “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.”




¿Qué experiencia (moral o religiosa) queda en el niño que “se divierte", usando disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el ocultismo, sobre todo cuando la televisión y el cine identifican estos disfraces con personajes contrarios a la sana moral, a la fe y a los valores del Evangelio.?



Responde nuestro Señor Jesucristo en Mateo 7:17 = “Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.”



Y en Mateo 6:13 =  “no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.”



¿Cómo pueden justificar los padres de una familia cristiana, que sus hijos, el día de Halloween hagan daño a las propiedades ajenas?



¿No es acaso incongruente con la educación que ellos mismos han venido proponiendo en la cual se debe respetar a los demás y que las travesuras o maldades no son buenas?




¿No sería esto aceptar que, por lo menos, una vez al año se puede hacer el mal al prójimo?

Responde nuestro Señor Jesucristo en 1ra. Pedro 3:8 – 12 = “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;  Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.”



Con los disfraces y la identificación que existe con estos personajes patéticos ... ¿no estamos promoviendo en los pequeños que el mal y el demonio son “solo fantasías”, “un juego nada más”, “un mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lo tanto no nos afectan”?



Sin embargo, la Palabra de Dios afirma la existencia del diablo, el enemigo de Dios y de nosotros:

Santiago 4:7 = “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”
1ra. Pedro 5:8 = “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;”

Efesios 6:11  = “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”

¿Qué experiencia Cristiana o moral queda después de la fiesta del halloween?

¿No es Halloween otra forma de relativismo religioso con la cual vamos permitiendo que nuestra fe y nuestra vida cristianas se vean debilitadas?

Noche de Hallowen 1863
Si aceptamos todas estas ideas y las tomamos a la ligera  ("para que los niños se diviertan") ¿Qué diremos después, cuando acudan a los brujos, hechiceros, médiums, y los que leen las cartas y todas esas actividades contrarias a lo que nos enseña la Biblia?




Es que nosotros, como cristianos, mensajeros de la paz, el amor, la justicia, portadores de la luz para el mundo ¿podemos identificarnos con una actividad en donde todos sus elementos hablan de temor, injusticia, miedo y oscuridad?
Aquí


La Biblia nos enseña exactamente lo contrario:

Filipenses 4:9 = “Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.”

Gálatas 5:22 = “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,”

Mateo 5:14  = “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.”

Juan. 8:12 = “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”

Si somos sinceros con nosotros mismos y buscamos ser fieles a Cristo, llegaremos a la conclusión de que el halloween no tiene nada que ver con el recuerdo de nuestros seres queridos que ya han partido, y que todas sus connotaciones son nocivas y contrarias a los principios elementales de nuestra fe.

Sugerencias para los padres de familia:

¿Cómo darle a los hijos una enseñanza auténtica de nuestra fe?

¿Cómo hacer que se diviertan con un propósito Cristiano?

¿Qué podemos enseñarles a los niños sobre esta fiesta?

Ante la realidad que inunda nuestro medio y que es promovida sin medida por el consumismo:

¿qué hacer?

¿Taparnos los ojos para no ver la realidad?

¿Buscar buenas excusas para justificar su presencia y no darle mayor importancia a este "juego"?

¿Debemos prohibirles a nuestros hijos participar en el halloween mientras que sus vecinos y amigos se "divierten"?

¿Serían capaces los niños de entender todos los peligros que corren y por qué de nuestra negativa a participar en esto?

Sin caer en simplismos religiosos, hay algunas cosas que podemos hacer:

-          Lo primero es organizar un estudio (o “escuelita”) con los niños de la Iglesia, en los días anteriores al halloween, para enseñarles el significado de estas “fiestas bizarras”,  haciéndoles ver la importancia de ser verdaderos seguidores de Cristo.

-     Durante estas enseñanzas, es buena idea que nuestros hijos inviten a sus amigos, para que se atenúe el impacto de rechazo social y sus compañeros entiendan por qué no participan de la misma forma que todo el mundo.

-          Debemos explicarles de manera sencilla y clara, pero firme, lo negativo que hay en el Halloween y la manera en que se festeja.

-          Es necesario explicarles que Dios quiere que seamos buenos y que no nos identifiquemos ni con las brujas ni con los monstruos, pues nosotros somos hijos de Dios.

De ninguna manera, los niños deben disfrazarse de ángeles ni preparar pequeñas bolsas con dulces, regalos o tarjetitas con mensajes para pasar de casa en casa, y en lugar de hacer el "obsequio o truco", regalar dulces a los hogares que visiten; la razón de esto es simple:




Con estas acciones, estaríamos avalando las festividades católicas de los dos días siguientes, (1 y 2 de Noviembre), días en que esa religión, para financiar su enorme comercio religioso; promueve una falsa misericordia y humildad, de cuyo embrión pedagógico no debemos hacernos cargo, ni menos participar.

Bendiciones, si quieres seguirnos en Facebook, sólo pincha Aquí